Fernando Alonso realizó una gran carrera, premiada con el quinto puesto final. El piloto de Renault salió octavo y ganó dos posiciones en la salida. En el último giro superó a Felipe Massa, que tuvo que levantar el pie del acelerador para no quedarse sin gasolina.
El asturiano demostró una vez más que no está en las carreras para dar vueltas, sino que, en cuanto ve la posibilidad de mejorar su posición, lo hace. Otros se arredrarían si el que va por delante es un coche superior, como el Ferrari de Massa, o no arriesgarían por pasar del sexto al quinto puesto. No es el caso de Alonso, que es un campeón.
Por otro lado, Ferrari demostró, pese a los problemas de Massa y a la retirada de Raikkonen por problemas mecánicos, que está ahí. En un tiempo récord ha vuelto a luchar por los podios y en breve estará peleando de nuevo por las victorias. Otra cosa son los despistes que puedan producirse en el equipo, pero el coche rojo está ya en condiciones de dar batalla a Brawn y Red Bull. Y tiene que ser ya en Mónaco, porque si no la ventaja de Button será prácticamente insalvable.
Mucho peor le fue a McLaren. El actual campeón mundial, Lewis Hamilton, acabó noveno y, por tanto, fuera de los puntos, mientras que su compañero Heikki Kovalainen se retiró a las primeras de cambio con su coche roto.
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